dialisis peritoneal

La historia detrás de las bolsitas de diálisis peritoneal de Lúa Marthin

Mi relación con las bolsitas porta-catéter de diálisis peritoneal nació tiempo atrás, probablemente GRACIAS a un cúmulo de casualidades. Hoy os cuento cómo fue, y por qué está este producto en la tienda online de Lúa Marthin.

Todo empezó hace más o menos 6 años cuando conocí a Diego, a su mujer y a su hija, tres excursionistas que estaban de paso por la montaña donde yo vivo. Eran muy simpáticos, y al cruzarnos entablamos una conversación que con el paso del tiempo acabaría convirtiéndose en una bonita amistad, tras sus repetidas visitas.

Diego tenía desde hacía algún tiempo problemas con sus riñones, y era paciente de diálisis peritoneal de un hospital de Palma.  Uno de los muchos días que pude compartir con ellos, y que por suerte todavía comparto, me estuvo contando lo que era la diálisis, y en su caso, la diálisis peritoneal. Ese día me di cuenta de que somos bastante ajenos a los problemas de los demás, y que hay muchísimas enfermedades y tratamientos que la mayoría desconocemos…

A Diego le habían operado hacía poco en el hospital de Palma para ponerle un catéter con el que posteriormente podría empezar a hacer su tratamiento de diálisis. El día de su operación, cuando ya se estaba recuperando de la anestesia, compartió habitación junto a otro paciente al que le habían hecho lo mismo.

Unos meses más tarde, los dos pacientes y sus respectivas parejas volvieron a coincidir en ese mismo hospital, pero esta vez iban a hacerse la revisión del tratamiento de diálisis peritoneal. La mujer de Diego le comentó que lo peor era que no encontraban ninguna solución donde guardar el catéter cuando no estaba haciendo el tratamiento, y que habían improvisado con tiras de esparadrapo, apósitos, vendas, etc. pero el otro paciente llevaba una bolsita súper curiosa que le había hecho María, su mujer.

María enseguida se ofreció a hacerle lo mismo a Diego, y allí surgió su amistad, gracias a la que yo misma unos meses después pude conocer a María. Como véis todo es fruto de una bonita casualidad. La vida está llena de gente maravillosa y hay que aprovechar cuando se te cruzan en el camino.

María era una persona muy generosa (¡y muy divertida también!), con la que enseguida tuvimos química, y con la que compartí muchos momentos sobre todo gracias a nuestra afición común, coser. María con el tiempo le había facilitado más bolsitas guarda-catéter a otros pacientes, y cada vez iba mejorando más su modelo. Ya era conocida entre los pacientes por sus famosas bolsitas.

Algún día os hablaré más de nuestra bonita amistad y de las cosas que hicimos juntas, pero hoy por no alargarme más, pasaré directamente al final de la historia y al por qué sus bolsitas están en la tienda online de Lúa Marthin…

Desgraciadamente María nos dejó hace algún tiempo, pero yo todavía revivo en muchísimas ocasiones los momentos que pasé con ella. Me dejó un montón de buenos recuerdos, y también tengo un álbum donde tengo fotos nuestras. En casi todas salimos riendo a carcajadas, así que es inevitable sonreir cada vez que las miro.

Bueno, pues poquito antes de irse, María me dió una bolsita guarda-catéter y me pidió que no dejara a ningún paciente sin ellas, y que siguiera con su labor.

Conociendo de primera mano la historia de Diego y la del marido de María, no pude hacer otra cosa que tomar prestado parte de su entusiasmo y seguir con el proyecto que ella había iniciado. Y así llegaron las bolsitas guarda-catéter a la tienda de Lúa Marthin.

¡GRACIAS, María!

Bolsitas porta-catéter

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Nada me hace más feliz que ver a la gente compartir mis cositas. Imagíname en mi cuevecita dando saltos y cantando, ¡así estoy!