¡Hola!
Soy Lúa Marthin. Soy mallorquina y vivo en una agradable cueva en la montaña. Es un pequeño hueco secreto y muy especial para mi, ya que desde este rincón tengo unas maravillosas vistas de la isla de las que puedo disfrutar cada día. El paisaje es una gran fuente de inspiración para mí y es que, ¡me encanta diseñar e imaginar cosas nuevas!
Aunque tengo muchas inquietudes y me encanta pasar el día haciendo cosas, mi principal afición es la costura y las manualidades. ¡Crear cosas con mis manos es una de mis cosas preferidas en el mundo! Me paso días y más días cosiendo. Adoro crear e inventar y, cómo no, ¡crear cositas cuquis y accesorios para mis amigos!
Pero no solo me gusta coser, ¡también adoro cocinar! Especialmente dulces. ¡Soy muy golosa! Hacer tartas y dulces me apasiona, por no decir que me vuelve loca (y no te negaré que darles mordisquitos también, como buena ratita golosa). A mis amigos también les gusta mi afición por la cocina. ¡Como no! Claro que no siempre estoy comiendo dulces -aunque no me importaría la verdad-, también me gusta hacer platos salados, especialmente la fondue de queso. A las ratitas nos gusta el queso, y eso no es ningún mito. Podría comerlo a todas horas. Bueno, que me disperso. Lo que quiero decir es que a veces podría compartir con vosotros mis recetas, si os apetece.
Una gran parte de mi tiempo libre también la invierto caminando por el campo, observando los caminos, la naturaleza y visitando mis rincones favoritos – secretos – que esconde esta isla. Me sirve como fuente de inspiración para crear mis colecciones o accesorios que luego comparto con todos mis amigos. Leer junto al mar o acomodarme en uno de los faros de esta maravillosa isla también me ayuda a encontrar inspiración. ¡Me alucina vivir junto al mar!
Durante la cuarentena – sí, los ratoncitos también nos solidarizamos con vosotros -, al no poder salir de casa para hacer algunas de las actividades que más me gustan, decidí emplear todo mi tiempo en coser. ¡La máquina estaba que echaba humo! Cosí tanto, tanto, que ya no tengo espacio en mi taller – un rinconcito de mi cueva – y no existen tantos días en el año como para usar toda la ropa que he hecho – ni aunque la reparta entre mis amigos.
Hablando de amigos, precisamente ellos fueron los que me animaron a que enseñara mis colecciones al resto del mundo. Dicen que tengo mucho talento y que llegaré a triunfar en el mundo de la moda, ¡exagerados! Dicen que mis complementos podrían ser tendencia en ¡Nueva York, Madrid o en París!, ¿te imaginas? Yo no me lo imagino, son unos exagerados. Pero sí creo que a alguien de la zona podrían irle bien. Además de bonitos, intento crear cosas prácticas.
Sí, ya sé que no es habitual ver a todos los ratoncitos vestidos, al menos no hasta el momento ya que, ahora, todos mis amigos llevan prendas cosidas y diseñadas por mí a todas partes, ¡Hasta les han preguntado dónde han conseguido unos complementos tan geniales! Y claro, dar las indicaciones para llegar hasta mi cueva no era fácil, pero dar una dirección web sí que lo era, así que me dijeron:
- Lúa, ¿Por qué no publicas tus creaciones en Internet? La gente podría encargarte cosas allí.
- No sé, puede que sea demasiado arriesgado, – dije yo – ¿y si a nadie le gusta?
- ¡Eso es imposible! Lo que haces es increíble, me dijeron.
Y aquí estoy. Soy Lúa Marthin y me encanta coser, ¿quieres ver mis creaciones?